jueves, 7 de octubre de 2010

Reflexión & Quizás Gracias (Relacionado con el acoso)

Hoy estoy un poco decaída y quizás es por eso por lo que he decidido revelaros este poema que lleva mucho tiempo en mi escritorio pero que aún no le había enseñado a nadie. Es un poema realmente íntimo que escarba en unos sentimientos tan profundo y humanos como globales. El sentimiento principal del que hablo es de la rendición, del momento en el que crees que ya no puedes más y que sería mejor que todo acabase rápidamente, no tener que pensar más, no tener que levantarte mañana con la certeza de que todo seguirá igual. Este sentimiento es uno de los más agónicos que conozco, pero el poema no está basado exclusivamente en ese sentimiento, si no también en uno mucho más común pero más encubierto. El dolor al ser maltratado psicológicamente por la gente que te rodea, en este caso por tu clase. Hay mucha gente que sufre ese tipo de abusos y guarda silencio, por todos ellos, por esas voces silenciosas que gritan un "auxilio" que nadie escucha. Para todas esas personas que un día, o quizás hoy mismo, sientan que no valen nada, y que no entiendan la razón de por qué están aquí. Para que se sientan un poco más apoyados y sepan que mucha gente lo hemos superado, que sí, siempre queda un vestigio, podéis llamarle trauma, pero que sobre todo, lo que no hay que perder nunca, es la fe y la fidelidad a ti mismo. Porque si te pierdes a ti mismo, por muchos amigos que tengas, estás sólo, lo has perdido todo. Por eso te digo, a ti, persona que sufres, o a ti, persona que jamás lo has sufrido y , ojalá, nunca lo sufras, pero que creo que es necesario que entiendas y puedas empatizar con esas personas, que guardan el dolor en el fondo de su corazón, pero duele, duele mucho; por eso os digo, mirad hacia delante, y siempre, siempre, sed fieles a vosotros mismos. Se puede, es posible, no lo veáis como un consejo más de alguien ajeno que jamás ha pasado por lo que vosotros y es incapaz de ponerse en vuestra situación, os lo dice alguien que lo ha vivido, que lo ha sufrido en sus propias carnes, y que sabe lo que es.


Quizás Gracias
A.P. Echavarría
Gracias a los que me enseñaron
Cuan injusto es sufrir
Gracias a los que me mostraron
Cuan duro es ser fiel a mí
Miro el pasado con nostalgia
Deseando volver allí
Gracias por enseñarme la dificultad
De intentar ser buena y feliz
Algunos me dirán cobarde
Otros espero que entiendan
Que no tenía elección
Que mi mente sufre mucho
Que tengo destrozado el corazón
Que los ojos tengo vidriosos
De tanto llorar de dolor
No soy una muchacha cobarde
Sólo una chica con una horrible desazón
Ojalá la muerte me lleve pronto
Como un inmenso mar
Que las olas me lleven lejos
Que de la vida me alejarán
Para qué quedarme en tierra
Si no hago más que sufrir y llorar
Porque no lanzarme al agua
Y eternamente por la inmensidad navegar.

Gracias a todos aquellos que lo han leído, pero sobre todo gracias a todos aquellos que han pensado en ello y que ahora miran de forma diferente las cosas. Gracias.

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