jueves, 28 de enero de 2010

Frases que marcan-2

- "Si no tenemos pájaros en la cabeza
¿Cómo vamos a volar?"

Esta frase es mía, la verdad es que es bastante clara de por si. Estoy reivindicando el derecho a soñar, a imaginar, porque siempre nuestros mayores nos dicen que no tengamos 'pájaros en la cabeza' que los sueños nunca se cumplen. No estoy de acuerdo con esa afirmación, hay sueños que se cumplen, y, por qué no los míos. Creo que soñar no daña a nadie y nos hace más felices, es una de las pocas cosas así. Soñar no permite ver más allá. Los grandes concidos de la humanidad: Einstein, Gandhi, Cervantes, Verne... y muchos otros no eran simples personas más, eran personas que decidieron que lo que tenían no les bastaba, que había más, y ellos querían conseguirlo, si Einstein no hubiese imaginado que había algo más allá de las fórmulas y el multiplicar, ¿dónde quedaría la teoría de la Relatividad?, seguramente se descubriera, por algún otro soñador. Pero a su vez es cierto que no sólo podemos vivir de sueños, que hay más cosas, como la perseverancia, que nos ayudan a alcanzarlo. Y había y hay muchos más, pequeñas personas que dejan volar a sus pájaros para alcanzar grandes cosas. Porque, de qué nos sirve tener a unos pájaros (ideas) encerrados en una pequeña jaula (la mente) si podrían ser maravillosos en el exterior, hay que dejarlos volar. Es posible que alguno de estos pájaros no cause el efecto deseado, pero no por ello hay que desanimar,seguro que a producido, aunque sea, un mínimo efecto. Y por eso digo, dejemos a nuestros pájaros volar.

domingo, 24 de enero de 2010

Frases que marcan-1

Hay veces que, sin darnos cuenta, encontramos pequeñas frases, inocentes divisas, que nos marcan, que nos llenan, o simplemente nos hacen sonreir al contemplar en ellas la comprensión que necesitamos, que hay alguien que piensa o sinte igual que nosotros, también hay frases inspiradoras, que nos dan la energía para hacer aquello que no nos atrevíamos. Hoy voy a hablar de una de mis divisas, una de la frases que mejor describen mi caracter y mi forma de ver la vida:
-"Rendirse nunca es una opción"
No sé de quien es la frase pero me parece realmente buena. Es cierto que opino de igual modo, opino que nunca la rendición es un camino. Es cierto que esta la frase de que a veces lo mas sensato es una retirada a tiempo. Es cierto, pero contestando con otra frase, se puede abandonar una batalla, pero no la guerra. Hay veces que hay que dejarlo ir, quizá no era el momento o el lugar. Pero no hemos, nunca, abandonar nuestro propósito Pero si quieres algo de verdad y no lo sigues, y te rindes porque crees que no puedes más, así seguro que no podrás más, eso te lo garantizo. Si te rindes nunca lo conseguiras, y además, te quedará el sentimiento de saber que quizá lo hubieses conseguido. Si por el contrario te arriesgas, puede que pierdas pero al menos sabrás que lo has intentado.

martes, 12 de enero de 2010

El misterio del cuadro robado

Bueno, os informo, este es el comienzo de una historia que estoy escribiendo y que, ambiciosamente, espero que algún día se publique, espero que la leais y la disfruteis, y por cierto, no es el mejor capítulo, esperad a los siguientes ;)

Atentamente:
Vuestra Bloggera Ana
I
La llamada del misterio.

El cortante viento helado entraba por la ventana y las páginas del libro de lengua pasaban pesadamente bajo sus dedos. Acurrucándose aún más es su manta verde se incorporó de la silla de estudio y se acercó a la ventana. Hizo ademán de cerrarla cuando vio a Leo estudiando en la ventana de enfrente, sonrió. Leo era, además de su vecino, su mejor amigo desde su más tierna infancia. Traviesa cogió un pedazo de goma del escritorio y lo lanzó con suma puntería a la ventana de enfrente. Leo levantó la vista asustado, y cuando sus ojos azules se encontraron con los de la pelirroja chica, esta le sonrío juguetonamente. El muchacho abrió la ventana


-¿No tendrías que estar estudiando, Genio?- Katrina únicamente se encogió de hombros- Si no recuerdo mal, fuiste tú la que se quejó del examen

Esta le miró entrecerrando un poco los ojos y se giró.

-Anda Genio que era broma…-Katrina le devolvió la sonrisa burlona.

-Es que me aburre tanta palabrería sobre la sintaxis

-Ja ja- rió el muchacho, se apartó un mechón azabache y volvió a posar la vista en las letras

-Jo no me ignores-Leo le sonrió pero no dijo más, no le dio tiempo, una voz al fondo llamó al muchacho a cenar. Éste entornó los ojos y cerró el libro. Volvió en busca de los ojos esmeralda de la muchacha y le sonrió cálidamente

-Hasta mañana Genio

-Adiós-se despidió esta y cerró a su vez el libro. Miró al techo, se sabía la lección de memoria, entonces sus ojos repararon en otro volumen, este esperaba impaciente sobre la cama. Katrina no se lo pensó dos veces y saltó sobre él, lo abrió, ávida de misterio, aquella era su novela favorita. Leyó con una rapidez inaudita las páginas de aquel tomo, casi llegando a la mitad de la novela una voz la reclamó en la cocina, su madre. Olisqueó el aire curiosa, sopa de pescado, arrugó la nariz, odiaba la sopa, y más la de pescado. Fue hasta la cocina arrastrando los pies y se sentó de mal humor en la mesa. Tomó la sopa a larguísimas cucharadas y tardó mucho tiempo en acabar el plato. Quizá, si no hubiese habido sopa aquella noche, si no hubiese tardado tanto, nada de esto hubiera ocurrido.

Cuando al fin terminó la sopa fue a su habitación, se echó en su cama y cogió el libro. Fue en ese instante, en ese preciso instante cuando oyó aquel chillo, un chillo entrecortado que le heló la sangre. Avanzó hacia la ventana y se asomó apresuradamente, el grito provenía de un coche, alguien había cerrado la puerta del vehículo bruscamente

-Que pulmones tiene la santita-dijo una voz femenina que no pudo situar, aunque le sonaba familiar. Otra silueta salió de las sombras. Le replicó algo a la primera silueta, la del coche, y después se apresuró a informar.

-El jefe a dicho que vayas a la biblioteca y que cojas el libro El Gran…

Katrina no lo pudo evitar y estornudó, las siluetas se dieron cuenta de su presencia, al primera se alejó en el automóvil, y la segunda se perdió en las sombras. La muchacha se tumbó en la cama y se cubrió con el edredón. No pudo conciliar el sueño en toda la noche, se sentía inquieta. ¿Qué había sido aquel chillo? ¿Quiénes eran aquellas mujeres y que hacían allí? ¿Qué libro era aquel? Al final sucumbió al cansancio y cerró los ojos.

Historia de un desamor

Te miro de frente
Y cierras los ojos
Hoy sé la verdad
Querías decirme
Que ya no te importo
Yo, ilusa muchacha
Te miro intensamente
Quiero decirte
Lo mucho que te adoro
Cuando separas los labios
Mi corazón se encoge
Espero tus palabras
Me sorprenden tus reproches
Dices que no soy para ti
Que ya no me comprendes
Que a mi lado no eres feliz
Y mis ojos se nublan
Noto las lágrimas
Me miras insensible
Y te vas
Me dejas tirada
Llorando tu ausencia
Me dejas sola
Sin nadie que me quiera
Y ni siquiera me dijiste adiós...